Más información
La mayoría de las personas tenemos prejuicios para discriminar a los demás, por motivos que hemos heredado de nuestro entorno sin cuestionarios jamás, los cuales van desde el color de la piel, la clase social y la nacionalidad, hasta la religión y el miedo a contraer enfermedades, pasando por discapacidad,género, preferencia sexual, edad, nivel de belleza y filiación política.Discriminación no es lo mismo que violencia, pero la primera da lugar a la segunda en formas específicas de actuar, física, psicológica, sexual, etc.La violencia provocada por la discriminación no es un hecho natural sino un abuso de poder del fuerte sobre el débil; no es problema privado sino público, y tiene efectos negativos sobre la salud física y mental de quienes la padecen, porque atenta contra su integridad personal, relaciones familiares y desempeño laboral y social.Guitté Hartog advierte la necesidad de generar cambios en la actitud de las personas para crear una sociedad más justa. Por ello escribió esta guía, breve pero aleccionadora, en la que analiza, desde una perspectiva psicosocial, las diferentes formas y procesos de discriminación y violencia, los ámbitos donde se desarrollan, sus funciones, mecanismos y consecuencias. Además, la autora propone estrategias educativas y alternativas de comunicación para prevenir la violencia, ponerle límites, detenerla o sanar sus secuelas con el fin de superarla y conservar la dignidad humana, por lo que sugiere a los educadores y líderes de todo tipo inculcar en niños y adolescentes los valores que permitan alcanzar una convivencia sana y armoniosa en la sociedad.