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Siempre ha habido mujeres excepcionales, capaces de destacar por su valor, talento o belleza. Esas, muy pocas, ya son bastante conocidas. Las que desfilan por las páginas de este libro no fueron extraordinarias. Muy al contrario, hemos elegidos mujeres sencillas que, sin embargo, desde el lugar que la sociedad les había asignado, realizaron la colosal tarea de defender sus derechos sin violencia y de emplear su tenacidad y su ingenio en sobrevivir, proteger a sus hijos y ser aceptadas en un mundo que pretendieron hacer más amable y más feliz.